Guía de cuidado de tu masa madre

Aqui podras encontrar algunos consejos para cuidar y mantener saludable a tu masa madre de trigo.

Masa madre derramada

Recepción

Cuando recibas tu masa madre, ábrela con cuidado y transfiérela a un frasco de vidrio o plastico limpio y de bocha amplia. Asegúrate de que el frasco tenga suficiente espacio para que pueda expandirse y no se derrame cuando esté en su pico de actividad.

Alimentación Inicial

Dentro de las primeras horas después de recibir la masa madre, aliméntala con una cantidad igual de harina de trigo y agua. Por ejemplo, si tienes 100 gramos de masa madre, agrégale aproximadamente 100 gramos de harina y 100 gramos de agua tibia o al clima. No te preocupes demasiado por las medidas exactas; lo importante es lograr una consistencia homogénea y algo espesa, similar a la de una papilla.

La calidad y tipo de harina que utilices influirán en la consistencia final, así que es posible que necesites ajustar las cantidades según la harina que tengas disponible en casa. Revuelve bien la mezcla para asegurarte de que todo esté integrado. Si notas que la masa madre está demasiado líquida o espesa después de alimentarla, puedes ajustar las proporciones de harina y agua en futuras alimentaciones para lograr la consistencia deseada.

Mesa con restos de harina y otros ingredientes para hacer pan con masa madre.
Frasco de vidrio donde se ven las burbujas de la masa madre por la fermentación.

Mantenimiento y Almacenamiento

La temperatura ideal de almacenamiento de la masa madre varía según la frecuencia de hacer pan. Para pan regular, 25°C es óptimo, alimentándola diariamente. Para uso esporádico, almacenar a 5-10°C. Requiere alimentación mensual o bimensual. Para inactividad prolongada, deshidratarla y almacenar a temperatura ambiente. Para el segundo y tercer caso, es necesario reactivarla dos o tres días antes de usarla para hacer pan, así garantizamos su óptimo rendimiento en la fermentación y la calidad del pan.

Pico de actividad

El pico de actividad de la masa madre ocurre cuando su volumen se duplica debido a la fermentación, aproximadamente 1 o 2 horas después de alimentarla. En este punto, las levaduras están en su máximo estado de vitalidad y listas para ser usadas en la preparación del pan, asegurando una fermentación óptima y un producto final de calidad. En este punto, la masa madre crece, burbujea, huele bien y está esponjosa.

Si la masa madre no muestra este comportamiento, es necesario alimentarla durante 2 a 5 dias y mantenerla en un lugar cálido. Esto sucede porque la masa madre viene de un periodo de poca actividad por falta de alimentación, porque la deshidratamos o porque estaba almacenada a baja temperatura. Adicionalmente, una masa madre muy líquida puede dificultar la observación del aumento de volumen, por lo que una masa más espesa puede ser útil para detectar el pico de actividad con precisión.

Crecimiento de la masa madre por la fermentación.
Ingredientes para hacer pan de masa madre

Reactivación de la masa madre

Reactivar la masa madre después de la inactividad, causada por la falta de alimentación, la deshidratación o el almacenamiento a bajas temperaturas, requiere alimentarla diariamente y mantenerla en un ambiente cálido, alrededor de 25°C, durante 3 a 4 días o hasta que alcance su pico de actividad. Durante este tiempo, las levaduras se reactivan y multiplican, mostrando signos como aumento de volumen y formación de burbujas. Una vez reactivada, la masa madre estará lista para su uso en la elaboración del pan, garantizando una fermentación vigorosa y resultados deliciosos.

¿Qué es ese líquido extraño que está sobre mi masa madre?

El líquido extraño que ves en tu masa madre, conocido como «hooch», no es perjudicial ni indica que esté estropeada. En realidad, se trata de una señal que nos indica que la masa madre necesita ser alimentada. El hooch, una solución de agua y alcohol, es producido por las levaduras durante la fermentación, mostrando que están activas pero requieren más alimento. También sirve como una capa protectora que previene el crecimiento de microorganismos no deseados. Al mezclar el hooch de nuevo en la masa y proporcionarle alimento adecuado se promueve un ambiente óptimo para las levaduras beneficiosas, asegurando la salud continua de la masa madre y la calidad del pan futuro.

Liquido superficial en la masa madre
Frasco con mucha masa madre

¡Tengo mucha masa madre! ¿Que hago?

Si tienes demasiada masa madre, es posible que no la estés usando regularmente al hornear pan. Al alimentarla, verás un rápido aumento en su volumen. Puedes considerar varias opciones en este caso. Una es reducir la cantidad de masa madre que alimentas. De la masa madre total, reserva solo una parte y ajusta la cantidad de harina y agua en cada alimentación para mantener un volumen más manejable. También puedes compartir parte de tu masa madre con amigos o familiares interesados en hacer pan, o usarla en recetas alternativas como panqueques, waffles, muffins o galletas.

Si necesitas reducir temporalmente la actividad de tu masa madre, recuerda que puedes refrigerarla o deshidratarla para evitar tener excesos. Algunas personas sugieren desechar parte de la masa madre, pero ten en cuenta que la masa madre es comida en perfecto estado, así que no la tires. En su lugar, busca maneras de aprovecharla mejor. De esta forma, minimizas el desperdicio y aprovechas al máximo los recursos que has dedicado en cultivar y mantener tu masa madre.

¿Se puede acabar mi masa madre?

Es importante reservar una porción de tu masa madre cada vez que la uses al hacer pan, asegurando así que siempre tengas disponible esta levadura silvestre. Incluso si tienes una cantidad limitada de masa madre, solo se necesita un poco para comenzar un nuevo lote de alimentación y mantener este valioso ingrediente siempre a mano en casa. Este hábito garantiza la continuidad de tu masa madre y te permite disfrutar de los beneficios de la fermentación natural en tus preparaciones de panadería de forma constante.

Amasando masa madre
Pan de masa madre

¿Cual es la mejor harina para alimentar mi masa madre?

Esta masa madre ha sido alimentada exclusivamente con harina de trigo panadera durante toda su vida, lo que la hace más adecuada para ser alimentada con ese tipo de harina. Sin embargo, la mejor opción es usar la harina que tengas más a mano en tu hogar. Si decides cambiar por otra harina como integral o de centeno, ten en cuenta que tu masa madre necesitará tiempo para adaptarse al nuevo sustrato. Este cambio puede alterar la composición de microorganismos, lo que potencialmente afectará el sabor y aroma del pan resultante. Esto no es malo, simplemente hace que el sabor del pan cambie. Cada masa madre es única y su evolución está influenciada por su entorno y la alimentación que recibe.

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